Acompañando las estrategias propias de manejo, control del territorio y los recursos naturales

Áreas temáticas

I. Soberanía alimentaria y estrategias campesinas indígenas
Sistema productivo campesino indígena
El sistema productivo campesino indígena es entendido como el conjunto de prácticas y estrategias económicas, sociales, tecnológicas y políticas que los pueblos campesinos indígenas desarrollan, sobre la base de saberes propios, en la actividad agropecuaria cotidiana, cuyos frutos están orientados tanto al autoconsumo y al intercambio, en distintos grados, matices y de acuerdo al contexto histórico.
Es un sistema donde la familia es la unidad productiva básica y la comunidad se constituye en el órgano regulador para el acceso y uso de la tierra y otros recursos de bien común, combinando la posesión o propiedad familiar/individual sobre estos con el control colectivo, con base en una normativa comunal interna (usos y costumbres).

Las prácticas y estrategias que conforman el sistema productivo campesino indígena poseen una dinámica de coherencia interna, en función a los medios de producción y saberes propios disponibles y las condiciones ecológicas. En los Andes estas últimas tienen influencia directa en el desarrollo de los sistemas productivos campesinos indígenas, condicionado sus formas de producción donde resulta ineludible el manejo diversificado del riesgo, suelos, semillas, microclimas, técnica y saberes propios –que resultan altamente especializados–, así como la amplia coordinación y sincronización de la fuerza de trabajo y de las relaciones sociales de producción y cooperación, lo cual tiene fuerte implicancia familiar y comunal.

Soberanía alimentaria
La soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo y sus países a definir sus propias políticas agrarias y alimentarias controlando y decidiendo soberanamente sobre todo el sistema alimentario y productivo, desde la producción hasta el consumo, para obtener y garantizar un nivel esencial de autosuficiencia alimentaria de calidad natural y con justicia social, garantizando a los agricultores el acceso democrático a los medios básicos, como la tierra, agua, semillas y la biodiversidad.

La soberanía alimentaria denota ausencia de injerencias externas y fortalecimiento de las economías y mercado locales y nacionales, sobre la base de un circuito de intercambios complementarios y justos, sin dependencia de la importación ni la orientación dominante a la exportación de alimentos. Ello supone que los sistemas productivos campesinos tradicionales ocupan un lugar central y prioritario, combatiendo el acaparamiento privado y especulativo de la tierra, el monocultivo, los organismos genéticamente modificados, producción de biocombustibles y la sobreexplotación de los recursos naturales.

CENDA, en esta área temática tiene los siguientes objetivos:
- Profundizar la comprensión de los sistemas productivos campesinos indígenas, desde la perspectiva de la soberanía alimentaria, en el contexto de las transformaciones socio-económicas que experimenta el mundo rural local/ nacional.
- Reforzar las estrategias productivas campesinas para el manejo del riesgo climático y la seguridad alimentaria, desde un enfoque agroecológico.
- Contribuir en la generación de información y propuestas dirigidas al debate orgánico/ público sobre las políticas agroalimentarias, desde la perspectiva de la soberanía alimentaria.

II. Gestión colectiva de los recursos naturales y la tierra-territorio
La tierra – territorio es una noción de interpelación estructural que surge en el movimiento campesino originario, después de la primera marcha indígena por el Territorio y la Dignidad de 1990. Implica el espacio vital de un pueblo campesino indígena que se asienta en la tierra, en tanto el elemento objetivo básico que contiene y desde el cual emergen los recursos naturales, sobre la cual despliega su producción y reproducción como colectividad, organizada por un ingeniería social de control y gestión del espacio en concordancia con el ecosistema inmediato. Para ser pleno, un espacio vital campesino indígena requiere ser suficiente en calidad y cantidad para sus habitantes, quienes deben gozar del derecho a su administración política autónoma y de la máxima seguridad jurídica agraria y equitativa distribución en relación a propios y terceros.

Este segundo componente la institución tiene los siguientes objetivos:
- Acompañamiento de procesos de titulación agraria colectiva, en curso, desde la investigación-acción, en torno al debate del derecho colectivo e individual sobre la tierra –territorio y procesos autonómicos locales.
- Construcción de herramientas para reforzar la gestión colectiva de los recursos hídricos en zonas mineras, en concordancia con las demandas y la participación de las comunidades locales, desde la perspectiva del derecho humano al agua.
- Difusión, entre la población rural y urbana, de información oportuna, pedagógica y bilingüe (quechua castellano) sobre el ejercicio de los derechos colectivos y socio- ambientales ante presiones extractivistas y de economía verde, sobre la propiedad y el manejo colectivo de la tierra - territorio.