7 de octubre de 2014. Prácticamente llegamos al momento de votar para elegir a nuestras autoridades de los Órganos Ejecutivo Legislativo, pero tengo la impresión que concurrimos a las urnas con muy poca información sobre las ofertas electorales de los distintos candidatos.

En materia de empleo, por ejemplo, los candidatos, unos con mayor vehemencia que otros, se dedicaron a proponer la creación de nuevos empleos: vía la formación de los jóvenes, vía la optimización de las inversiones, etcétera, siendo que la tasa de desempleo es muy, pero muy baja. Es más, los empleadores, de cualquier segmento empresarial, tienen dificultades para encontrar operarios para sus empresas.

Esto nos muestra que no le pusieron mucho empeño en la redacción de sus propuestas. Si lo hubieran hecho, los candidatos habrían ofertado la mejora de la calidad de los empleos, podrían haber propuesto una legislación mínima para los trabajadores de la microempresa, tal cual existe para las trabajadoras del hogar.

Pero no, ellos no leyeron la realidad nacional y se dejaron llevar por las propuestas que hicieron en elecciones anteriores.

Los candidatos a la presidencia apelaron a sus cualidades de dirigentes para ganar la confianza de los electores, no optaron por la difusión de sus ideales, de sus convicciones y sobre todo en presentar las soluciones a los distintos problemas que, según su convicción,  merecen una atención mayor del Estado.

Quizá esto se deba a que el tiempo permitido para las campañas se acortó. Según dicen los especialistas en marketing, una campaña para que dé resultados requiere de por lo menos unos tres meses.

Ahora bien,  no es que las fuerzas políticas no tengan programas electorales. Los tienen. Me di el trabajo de leer la propuesta de MSM, también la del MAS así como el del PDC.

Estuve atento en el Facebook, pero ningún seguidor de las corrientes políticas que decidieron participar en esta justa electoral se dio a la tarea de difundir las propuestas. Quizá soy injusto con el MSM, que mostró un poco más de iniciativa para difundir su línea programática.

Por otro lado, en los dos eventos que organizaron los periodistas, uno con candidatos y candidatas a la Vicepresidencia, y el otro con los presidenciables, tampoco les dieron tiempo para que éstos pudieran explayarse en la explicación de sus propuestas.

Es más, los debates giraron en torno a lo que los  periodistas consideraban temas importantes. Pero éstos hacían preguntas sobre el sentido común y redundaron en lugares comunes,  no así entre las verdaderas preocupaciones de la población.

Uno de los temas que más aflige a las familias bolivianas es la situación de la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia. Sin embargo, los candidatos no supieron explicar qué es lo que harán en estos temas.

Nuevamente, el Movimiento Sin Miedo se acercó más a esta expectativa de la población, quizá por la cercanía que le da la gestión municipal. Por otro lado, la UD considera, al igual que la práctica del MAS, que estos temas se pueden solucionar con el aumento de las penas.

De 30 años de penalidad máxima permitida por la Constitución, la UD planea la cadena perpetua. El tema de acceso a la justicia, el tema de seguridad va más allá del aumento de la penalidad. Las familias no podrán reponer sus pérdidas con una condena mayor a las que existen ahora.

Estos problemas se los solucionará con una profunda reforma de la justicia, de la Policía, pero, sobre todo, con fuertes campañas de sensibilización sobre el tema.

Y si algún candidato utilizó la foto de su carnet para ser incluida en la boleta de votación, seguro que perderá.

• Experto en temas laborales.