Lunes, 20 de octubre de 2014.- En su primera declaración oficial tras haber obtenido una arrolladora victoria electoral, el presidente Evo Morales dijo que los medios ERBOL y Fides son sus "primeros enemigos”.
"Por ahí están ERBOL y Fides, ahí dos medios de comunicación radial que son administrados por la Iglesia Católica, son los primeros enemigos de Evo Morales, pero no toda la Iglesia Católica, las hermanas oran, los padres de base (también).
Les digo a esos padres que manejan esos medios, ¿cómo son enemigos?”, sostuvo el Mandatario en conferencia de prensa.
A la vez, reprendió a un periodista por hacerle una pregunta sobre "su” Gobierno señalando que el suyo es "nuestro Gobierno”, el de "todos los bolivianos”. E inmediatamente después, el Presidente negó ser autoritario.
Cabe recalcar que -aunque en todos estos años atacó a otros órganos de prensa, entre ellos a éste diario- en el primer discurso que el presidente Evo Morales dirigió a la nación el pasado 12 de octubre, a horas de finalizar los comicios en los que resultó triunfador, afirmó que se "habían acabado los tiempo de confrontación, y que estos eran tiempo de unidad”.
Estas palabras permitían vislumbrar una actitud más tolerante y pluralista, respetuosa del disenso y de la función fiscalizadora de los medios en democracia, pero no ha sido de este modo. A pesar del abrumador apoyo recibido en las elecciones para iniciar un tercer mandato, en sus primeras declaraciones el Presidente mostró nuevamente su desacuerdo con los medios que no apoyan abiertamente su gestión.
ERBOL y Fides, dos radioemisoras de amplia trayectoria y prestigio, no son enemigas, de ninguna manera, del Presidente, y hacen un trabajo independiente y crítico, una labor que, habría que recordarlo, puede ser mucho más beneficiosa para una gestión presidencial que el apoyo complaciente o la difusión exclusiva de "buenas noticias” gubernamentales.
El mismo uso de la palabra "enemigo” muestra cómo ve el Presidente a la sociedad que le toca gobernar. No dijo "adversarios”, no dijo "medios críticos”, dijo "enemigos”, una palabra asociada a la guerra y al mundo militar.
Ambas radioemisoras, a través de sus periodistas, se defendieron señalando que no son enemigos de nadie, aunque mantienen posiciones autónomas. Y también dieron a entender que quizás es el Presidente el que se considera enemigo de esos dos medios.
Durante la campaña, el Presidente y el Vicepresidente dejaron sus habituales ataques para ofrecer un rostro más amable a la ciudadanía. Ojalá retomen esa actitud para una mejor y democrática convivencia con los medios.
Estas palabras permitían vislumbrar una actitud más tolerante y pluralista, respetuosa del disenso y de la función fiscalizadora de los medios.
- Editorial del periódico Página Siete.