En ese marco, se promulga la Guía Alimentaria para la niña y el niño en edad escolar (16. XII.2013).
Según UNICEF (2017) la desnutrición crónica afecta a cuatro de cada diez niños bolivianos en las áreas rurales del país, las más vulnerables a la inseguridad alimentaria, donde los menores tienen 2,5 probabilidades más de sufrir cuadros de desnutrición que en el área urbana.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), en el “Estudio Temático de Nutrición de la Niñez y de las mujeres en Bolivia” (2019), indica que el área rural tiene prevalencia más elevada de desnutrición crónica, mientras que en el área urbana ha incrementado la prevalencia de sobrepeso/ obesidad de manera muy acentuada.
Para disminuir la mala nutrición de los escolares, éstos reciben una alimentación complementaria mediante el desayuno escolar, en las áreas urbanas ofrecen yogurt, maní, galletas y banana (una vez a la semana), varios de estos productos contienen lecitina de soya, proveniente de transgénicos, incumpliendo así la Ley del Desayuno Escolar: “Queda prohibida la contratación de alimentos genéticamente modificados (transgénicos) para la alimentación complementaria escolar” (Art. 8, parágrafo V).
En áreas rurales el desayuno escolar está compuesto por alimentos menos procesados, como avena con leche, arroz con leche, api, sopa de maní, lentejas, etc. y en algunas escuelas mediante los Proyectos Socio Productivos, los estudiantes aprenden a cultivar hortalizas agroecológicas y consumen en su desayuno escolar, disminuyendo las tasas de desnutrición.
Sin duda la escuela es un espacio para trabajar huertos, pero las alcaldías también pueden impulsar la creación de huertos familiares urbanos y rurales, aprovechando cualquier espacio para cultivar hortalizas con importantes aportes de energía, proteínas, fibra, minerales y vitaminas; de esta manera se fortalecería la agricultura familiar campesina; no basta solo de producir alimentos, el siguiente paso es tener semillas libres, libres de patentes; para una verdadera seguridad y soberanía alimentaria.
“Cultivar un huerto es al mismo tiempo un acto de rebeldía y de esperanza. Una manera de decir: no me voy a rendir” Vandana Shiva.
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