Producción familiar de hortalizas agroecológicas: Calatacata es una comunidad de la Subcentral Muñoz Cueva, ubicada en el Municipio de Cocapata del departamento de Cochabamba, a una altitud de 3850 msnm.
En esta comunidad el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino Cochabamba (CENDA) con el apoyo de JOA, viene ejecutando el proyecto “Comunidades Indígenas Quechua y Maya trabajando por el desarrollo humano y la resiliencia en el contexto de cambio climático”, donde uno de los ejes de trabajo es garantizar y mejorar la seguridad alimentaria de las familias a partir de una producción agroecológica, para lo cual se generan espacios de reflexión mediante talleres teórico – prácticos y el cultivo de hortalizas ya sea en invernaderos o a campo abierto.
En ese marco, presentamos la experiencia de una familia joven compuesta por 3 miembros (Wilfredo, Cinthia y una niña de aproximadamente 1 año y medio), quienes en el ciclo agrícola 2019-2020 iniciaron con la producción de hortalizas a campo abierto e invernadero; para el cultivo a campo abierto, construyeron un cerco con llantas usadas de autos, cubriendo los huecos de las mismas con piedras y maderas, de tal forma que se pueda evitar el ingreso de los animales (gallinas, ovejas y llamas y/o alpacas)
Detalle del muro con llantas y preparación del terreno para la siembra de hortalizas a campo abierto.
En el espacio habilitado para el huerto y a partir del mes de agosto 2019, la familia inició la siembra de nabo, cebolla, cebollín, repollo, remolacha, lechuga, rabanito, ajo, haba, arveja y vainita; considerando la altitud y las condiciones climáticas, estos cultivos fueron afectados por las heladas en aproximadamente un 60%, observándose que la cebolla fue el cultivo que más resistió; en tanto que las semillas almacigadas aún estaban iniciando la germinación.
Almácigo de lechuga a campo abierto (septiembre/2019).
Sin embargo, la inquietud de la madre de familia era disponer de más hortalizas como tomate, locoto, vainita, para tener mayor diversidad en su alimentación,… “no viajo mucho y no puedo comprarme verduras, además no es fresco se echa a perder rápido no aguanta, por eso yo quiero tener todas las hortalizas, además es muy saludable para las wawas” (testimonio Cinthia L.)
Esta iniciativa fue apoyada mediante el proyecto con la dotación de agrofilm para la construcción de un invernadero; para lo cual el productor visitó a otras comunidades, familias que tienen invernaderos, buscó información acerca del tipo de invernadero que mejor podría adaptarse al lugar, ya que se debe considerar que la zona tiene presencia de fuertes vientos.
Con toda la información obtenida, la familia ubicó el lugar para construir el invernadero, poniendo en práctica las recomendaciones técnicas impartidas en los talleres, siendo un requisito indispensable la disponibilidad de agua para el riego, la orientación y la preparación adecuada de la tierra.
El invernadero construido mide 6,40 m de largo por 3,30 m de ancho y ocupa un área de 21 m2 aproximadamente, es de tipo túnel, ubicado cerca a su casa y la pileta de agua para aplicar riego en forma oportuna. Lo que más motivó a la familia para la construcción del invernadero fue...“comprar las verduras de Quillacollo lleva tiempo, dinero y además no sabemos cómo está producido, pienso que están producidos con fertilizantes químicos, regado con aguas servidas, que no son buenos para la salud, por qué comprar si podemos producir nosotros mismos, ahora sembraré de todo en mi invernadero” (testimonio de Wilfredo C.).
El muro está hecho de piedra y barro con una altura de 40 cm, sobre el cual se armó una estructura con descartes de madera de los aserraderos y encima se cubrió con el agrofilm, proporcionado con apoyo del proyecto.
Estructura del invernadero construido con maderas de descarte.
Para preparar el terreno se aflojó el suelo a una profundidad de 20 a 25 cm, desterronando los bloques de tierra para facilitar la aireación y favorecer una adecuada germinación de las semillas; se adicionó estiércol de oveja en una cantidad de 6 arrobas, lo que equivaldría aproximadamente a 32 tn/ha, finalmente se procedió a mezclar el estiércol y la tierra, nivelando para la posterior siembra.
Preparación del suelo dentro del invernadero.
El área de cultivo se dividió en dos, dejando al medio un pasillo de 60 cm para caminar, a los costados sembraron 3 surcos de cada hortaliza (repollo, remolacha, rabanito, acelga y vainita); dejando un sector para el almácigo de lechuga y repollo.
Eilfredo Calizaya y Cinthia Luna, realizan el almacigado de hortalizas.
Por otro lado, aprovechando las almacigueras a campo abierto trasplantaron lechuga para obtener una producción en corto tiempo.
Trasplante de lechuga dentro del invernadero.
Luego de la siembra y trasplante se aplicó riego de manera artesanal, utilizando envases de plástico, cuidando de que se realice una aplicación uniforme para la adecuada germinación de las semillas y el buen desarrollo de los plantines trasplantados.
Aplicación de riego en el invernadero.
Esta experiencia es una pequeña muestra del aporte del proyecto que contribuye a la seguridad alimentaria de las familias campesinas de 6 comunidades de la Subcentral Muñoz Cueva y Chillavi, quienes ahora aprendieron a cultivar hortalizas con un manejo agroecológico.
Elaboración: Angélica Machaca - CENDA
Lidia Paz Hidalgo - CENDA