PAPATA TARPUY - WATA TARPUY 2019 - 2020
Siembra de papa en las comunidades rurales. Comunidad Cóndor Huta, Ayopaya
En la siembra de papa, don Sebastían Bautista colocando wano natural para un mejor rendimiento y obtener papa orgánica
COSECHAS QALLARINÑA 2020
Cosecha de papa waych’a, parcela Beatrino Campos (Chillavi). Abril 2020
Cosecha de papa luk’i, parcela Juan Domingo Mamani (P’alta Cueva) Abril 2020. Foto tomada por el mismo comunario.
Diversidad de papas están siendo cosechadas y son traídas a las ciudades para alimentar a las familias citadinas que sin la producción del campo, veríamos seriamente afectada nuestra seguridad alimentaria.
“Estamos seguros en el campo, no nos falta nada para comer; estamos cosechando papa hacemos p’anpaku, comemos carne de oveja y llama y las verduras estamos sacando de los huertos” es el testimonio de varios productores de las comunidades de Chillavi, Bajo Chillavi y P’alta Cueva, del municipio de Cocapata.
“Tenemos pena de nuestros familiares en la ciudad. ¿Tendrán comida? ¿Cómo estarán viviendo encerrados en sus casas la gente en la ciudad…? Nosotros aquí estamos caminando libres, algunos de nuestros familiares se han venido al campo a la cosecha de papa, el campo está lleno de gente…” señala Florencio Mamani de Bajo Chillavi.
Los testimonios de los productores nos ayudan a entender la importancia de la producción familiar campesina, porque la papa cultivada en estas comunidades es traída hasta Quillacollo y Cochabamba para satisfacer la actual demanda de alimentos.
Aynoqa con cultivo de papa (2019 – 2020) en la comunidad Chillavi.
La producción de papa en el ciclo agrícola 2019 - 2020 no ha sido muy buena según los productores, los rendimientos son de 33,19 tn/HA de papa waych’a (datos registrados en campo, marzo 2020); que están por encima de la media nacional que alcanza a 5,92 tn/HA en el periodo comprendido entre 2000 – 2019 (INE).
Al parecer existe una contradicción entre el criterio campesino y los rendimientos obtenidos, cuando indica que no hubo buena producción; y es porque el productor al realizar el destino de la producción selecciona, clasifica la papa según tamaño, en este caso clasificó en chapara (260 – 270 gr), colque (80 – 110 gr), murmu (45 – 80 gr) y ch’ili murmu (20 - 40), donde el 12% (3,98 tn) fue chapara, 21% (6,97 tn) fue de tamaño colque, 21% (7,97 tn) de tamaño murmu y 43% (14,27 tn) de tamaño ch’ili murmu.
Clasificación local de los tubérculos de papa según el tamaño
El destino de la producción es a su vez diferenciado según las familias; existen familias que destinan su producción más para el consumo familiar, éstas guardarán el mayor porcentaje para semilla y luego para transformar en chuño; mientras que otras familias destinan la mayor parte de esta producción al mercado, aún las más pequeñas se venden en Quillacollo porque son preferidas por las comerciantes que venden pollo frito y acompañan con estas papas pequeñas en forma de papa frita con la cáscara incluida, que por cierto tiene buena demanda.
Sólo la comunidad Chillavi tiene aproximadamente 61,27 hectáreas cultivadas con papa en el ciclo agrícola 2019 – 2020, y si consideramos que se tiene un rendimiento de 33,19tn/ha, fácilmente se alcanza a 2,033 toneladas de papa que se producen en esta comunidad.
Los productores han estimado que esta regular producción para ellos está en una relación 1:10 y consideran que una producción es buena cuando se tiene una relación 1:15 a 1:20. Ello equivale a un mayor rendimiento al obtenido en este ciclo agrícola.
Ahora bien, es importante analizar estos rendimientos que según la predicción climática de los productores al observar ciertos indicadores del tiempo (nubes, aullido del zorro, floración de cactus, humedad bajo las piedras, etc.), señalaron que iba a ser un año regular para la producción de papa y tal parece que estas predicciones están siendo confirmadas con los datos que se van obteniendo en campo.
Merced a todo ello, lo que se puede asegurar es que la agricultura familiar campesina, es una garantía de seguridad alimentaria tanto para el campo como para las ciudades, a través de la producción agroecológica, se fortalece el uso de semilla nativa, se trabaja en la gestión de riesgos en este contexto de cambio climático y se revalorizan los saberes ancestrales, para avanzar en una verdadera estrategia de seguridad y soberanía alimentaria.
Chillavi, Ayopaya - ciclo agrícola 2019-2020
Texto: Lidia Paz. - CENDA