Seguridad y Soberanía Alimentaria
La predicción climática es una tecnología aún vigente que expresa la profunda relación del hombre andino con la naturaleza, es una técnica para traducir el lenguaje de la naturaleza, y la practican los sabios que han heredado esta sabiduría por generaciones
Las políticas públicas de Bolivia se alinean con la revolución verde, con el uso de productos químicos y transgénicos, pero no garantizan un aumento de la producción sino más bien generan desgaste de las tierras, contaminación de suelo y agua y pérdidas de recursos.
Los días martes 17, miércoles 18 de octubre de 2017 en la ciudad de Cochabamba, se llevará adelante el “Encuentro Internacional de semillas y agroecología”, en el que se debatirá los impactos económicos y en la salud la introducción de transgénicos y agrotóxicos en la producción de alimentos. Por otro lado, se socializará la propuesta política del Registro Comunitario de Semillas como acción de resistencia contra la privatización de los recursos genéticos.
Y acá viene la ironía, hace algunas semanas, el gobierno inauguró la Planta Petroquímica de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo, en Cochabamba, a cargo del Ministerio de Hidrocarburos, como una forma de consolidar la industrialización de los recursos naturales, en este caso el gas, con un costo de $us 953 millones. Dicha planta producirá por día 1.200 toneladas métricas de amoniaco y 2.100 toneladas métricas de urea granulada.
El 28 de Septiembre 2017 en la ciudad de Cochabamba se realizará una Mesa Redonda en el que se compartirá experiencias sobre la producción agroecológica, la producción de las semillas nativas, sistemas productivos, experiencias sobre de cómo enfrentar el mercado tradicional. En este evento participaran organizaciones de los pueblos indígenas originario campesinas de tierras altas y tierras bajas que desarrollan en sus comunidades dichas experiencias.
Los meses de agosto y septiembre es la época de la preparación de abonos para la siembra de papa. Con el apoyo de CENDA, en las comunidades de Ch’illka Grande, Ch’illka Chico (municipio de Tapacarí), Cóndor Huta y comunidades de la subcentral Chillavi (Municipio de Cocapata) se inician talleres sobre prácticas agroecológicas donde participan todas las familias de las organizaciones mencionadas.
Chillavi busca la sostenibilidad de su producción pasando de una dependencia de la papa comercial a una búsqueda de preservar las especies nativas a través de un registro comunitario de semillas de papa. Parte de este proceso es el cambio de abono, única forma de asegurarse que las distintas variedades crezcan, se fortalezcan y sean productivas.
Durante el siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI ha habido esfuerzos por imponer las semillas comerciales —las procedentes de las empresas y cada vez más desde las transnacionales— y por dificultar y reemplazar las semillas campesinas. Ahora el objetivo es prohibir las semillas campesinas, guardando algunas en los bancos de germoplasma pero en los hechos prohibir el uso de las semillas campesinas o hacerlo imposible.