El 7 de septiembre empieza la fiesta con el uywa ñak’aku, los pasantes carnean ganado para pasar la fiesta, y como ofrenda a la pachamama todos se pintan con sangre. En la noche hacen la verbena, con música tradicional del lugar, charangos y guitarras hasta amanecer. El 8 de septiembre la virgen es llevada al calvario, ubicado en el cerro que se encuentra en la comunidad de Huaraca. En medio de la subida al calvario hay una cruz, ahí muchos de las familias que tienen fe a la virgen piden deseos de mejor la producción, animales y cosas materiales con una ch’alla.
Una tradición muy propia de la fiesta es que los feligreses al subir al calvario esperando que se cumplan sus deseos y se vayan sus penas, amarran las pajas bravas que están a su alcance con el brazo izquierdo como prueba de su fe hacia la virgen. En la misa, con mucha fe los pasantes y acompañantes piden bendición, salud, buena producción y cosas materiales bajan con sus músicas tradicionales del lugar, charangos, guitarras y pinkilladas con mucha alegría. Esta fiesta permite reunir a familias íntegras de diferentes comunidades entre ellas Huapaqi, Ch’ikipampa, Quchu, familias de la misma población de San Pedro de Buena Vista y residentes huaraqueños que llegan de diferentes lugares del país.
Fuente: Rossio Gonzales E.
Lea el artículo original en la revista infantil Añaskitu Nº 110